La perversidad de las comparaciones lleva siglos cocinándose también en el seno de la Iglesia. Cualquiera que haya dedicado el último mes a seguir el Pontificado de Francisco se habrá topado con una curiosa situación que se alimenta sin fundamento de carácter teológico o moral.
Cada elogio que se vierte hacia las formas del Papa Francisco es contrasterrestado o atemperado por una parte de la Iglesia católica. Cada virtud que se ensalza en su carácter cercano se matiza. Cada vez que se constata que este Papa «conecta» más allá de las fronteras de la Iglesia, parece generar desconfianza en un sector que de forma sutil siembra dudas.
Si el Papa renuncia a una parte mínima de la pompa vaticana se dice que eso es superficialidad. Si prefiere quedarse con sus viejos zapatos parece que se está atacando a Ratzinger por haber usado, en su día, los zapatos rojos. Se cuestiona el precioso valor de las cosas pequeñas y se compara innecesariamente a los dos pontífices.
Cada circunstancia y, por supuesto, cada persona, es única y debe ser valorada por lo que es, bajo el justo filtro de la objetividad y no en atención a las diferencias con sus predecesores.
Nadie es capaz de responder a la absurda pregunta de cual de los tres últimos Papas que nos ha regalado el Espíritu es el mejor. No hace falta. El carisma arrollador de Juan Pablo II no hace sombra a la profundidad teológica de Ratzinger. El acto de gran humildad que supuso la renuncia del Papa Benedicto XVI o su gran valentía a la hora de perseguir los casos de pederastia no opacan la corriente de ilusión que ha generado el primer Papa latinoamericano. Tampoco oscurece al Papa alemán, la belleza de los simbólicos gestos del argentino, que encierran la profundidad de un pensamiento elemental: Cristo fue pobre, estaba con los pobres y su universo eran los pobres, los diferentes, los marginados.
La certeza la encontramos en la bella imagen que asocia las tres virtudes teologales a los tres últimos papas. La Esperanza de Juan Pablo, La Fe de Benedicto y la Caridad de Francisco. Nos amarramos a ese simple triduo. Un Papa diferente y valioso para cada tiempo porque, en el fondo, no hay nada más obvio que constatar que las comparaciones son odiosas y sobre todo innecesarias.
creo que la frase Cristo fue pobre, estaba con los pobres y su universo eran los pobres, los diferentes, los marginados., es equivocada, Cristo esta con todos y cada uno de los hombres sin importar si son ricos o pobres, llamandoles al arrepentimiento y a la conversion, esa division odiosa es anticristiana y demagogica
Por supuesto que la encarnación de Dios y la muerte de Cristo en la cruz tiene por objeto la redención de todos los hombres sin distinción alguna.
Si bien Jesús afirma en el evangelio: Más fácil será que un camello pase por el ojo de una aguja que a un rico entrar en reino de los cielos.
La cuestión requiere mayor profusión que la que en este blog pretendemos aunque el mensaje de Jesús y ahora del Papa es claro. Quien tenga ojos para ver que vea
gracias. bendiciones.
Me encanta cómo el papa Francisco está llevando a la Iglesia Católica por el Buen camino , que era tan necesario.
Para mi , es el papa que se necesitaba y que me renovó mi fé.
Esta trabajando mucho, muchísimo.para sacernos adelante! qué buen falta hacía!
Que Dios lo ayude para que tenga fuerzas.
ayalga España
PAPA FRANCISCO!!
Jorge poco a poco con sus actos de caridad, de nobleza, de humildad..ha sabido como ganarse el corazon de los creyentes… Siempre dice cosas acertadas y apesar de su poco tiempo de papado lo ha hehco EXCELENTE!
Era lo que la iglesia Catolica necesitaba..
Amor por el Papa.. Ahora si lo siento!! Gracias Dios por este nuevo Papa, tu solo sabes porque haces las cosas y Francisco es UN AMOR!!♥ GRACIAS SE;OR GRACIAS!!
Francisco I es el papa que necesita la iglesia, sin demeritar el trabajo y la labor pastoral de los otros dos papas. Bergoglio ha sabido acercarse a la gente con signos muy simples de amor, caridad, cercania, hermandad; sin tanta ostentosidad, teniendo en claro el mensaje simple del amor de Dios por todos los hombres, sin entrar tanto en teologías o filosofías, o discursos demasiado elaborados que la gente no entiende. Cristo era simple y sencillo, sabía llegar al corazón de la gente. Así lo está haciendo Francisco I, llegar a la gente y atrayendola a Dios. Que Dios bendiga siempre al papa Francisco!!!!
Para el Papa Francisco es el mejor de todos los tiempos tiene todo preparación, humildad y es un gran ser humano el papa moderno.
Soy argentino para mi el mejor papa sigue siendo JUAN PABLO II